Eran las 9/30 de la mañana y un autobús de la empresa Torre Alta, conducido por Antonio y con las 54 plazas ocupadas, socios y familiares, entre ellos el matrimonio formado por la concejala de cultura y educación del municipio y su esposo, parte hacia la autovía de Murcia, dirección Albacete y tras pasar el puerto de la Losilla nos desviamos para tomas la carretera de Valencia. Llegamos a un paraje conocido como Estrecho de Marín donde se hallan ubicadas las Bodegas “Viña Elena” que visitamos. En dicha factoría comercial nos esperaba la gerente de la Empresa y Enóloga, Loles Cutillas para con gran simpatía y amabilidad mostrar y darnos información puntual acerca de los sistemas que se han de poner en práctica para transformar la uva en vino que, una vez elaborado, se deposita en enormes recipientes de acero inoxidable de donde se trasvasa finalmente a barricas de madera. Después nos condujo a una sala de degustación para ofrecernos unas copas de vino. De todo ello quedamos complacidos muy gratamente. Por supuesto, al igual que siempre ocurre cuando se visita una bodega, gran número de viajeros adquirieron lotes de vino, especialidad de la casa, conocido como “Vino del Abuelo” de una inmejorable calidad. Con saludos y expresiones de agradecimiento por tan cordial acogida, dejamos “viña Elena” y continuamos viaje. Entramos a Jumilla por la Avenida de Murcia y en la glorieta existente frente a la calle más importante de la ciudad, Cánovas del Castillo se nos unió la joven de la Oficina de Turismo de la localidad para acompañarnos en función de guía a lo largo del recorrido por Jumilla. Primeramente, tomamos la avenida de Levante y casi a su final nos apeamos para dirigirnos a visitar la monumental iglesia parroquial de Santiago, templo grandioso y de gran valor arquitectónico, cuyo altar mayor adornado de excelente retablo, está presidido por la imagen de Santiago apóstol, también contribuye a su ornato la existencia de grandes arcos preciosos con el símbolo clásico que existe en todas las iglesias dedicadas a la Orden de Santiago. Fue mandado construir por el Marqués de Villena y su ubicación se halla en el sector de doblamiento más antiguo de Jumilla. Terminada la referencia de carácter histórico apuntada por la guía, nos marchamos hacia la Plaza de Arriba, de grandes dimensiones, en cuyo frontal superior se encuentra un gran edificio, majestuoso en bronce , con fachada de piedra, que actualmente alberga el Museo Arqueológico y en tiempos pasados fue sede del Ayuntamiento de la Villa y también contuvo las dependencias del Pósito. Otro motivo ornamental de dicha Plaza, es una obra escultórica en bronce alusiva a la muy destacada tradición que tiene el tambor en todas las poblaciones de la Comarca. Antes de abandonar la Plaza de Arriba, diremos como comentario anecdótico, que en un establecimiento próximo de souvenirs y objetos diversos, nuestros viajeros hicieron acopio de cosas destinadas a regalos familiares y usos propios. Seguidamente nos fuimos nuevamente a tomar el autobús para visitar el Castillo, que ha sido rehabilitado y abierto recientemente. La subida se efectuó por la carretera de circunvalación hasta un punto desde donde por medio de un microbús, dada la estrechez de la vía de subida, destinado por el municipio para facilitar la ascensión, llegamos al Castillo situado en la cima de una atalaya impresionante. La historia del Castillo aparece magníficamente relatada en una publicación que se nos ofreció en la oficina de turismo del mismo lugar. En ella el Alcalde escribe: “Este monumento es el emblema de todos los jumillanos y referente más de dos mil años de la Historia de este pueblo.
La construcción de la fortaleza se inició en el año 713, primer año de la invasión musulmana, que se convertirá en una alcazaba sobre las antiguas ruinas romanas y visigodas. El asentamiento árabe en Jumilla duró cinco siglos, hasta que en el año 1241 fue conquistada por las tropas castellanas del Rey Fernando III el Santo, al mando de su hijo, el infante Alfonso X el sabio.
Siendo las 14/30h. emprendimos la bajada para ir en busca del restaurante “Lerma” situado en la calle Ramblete del Convento, para comer. Ocupamos en su totalidad el salón del comedor y como es habitual en todos los viajes que realizamos, ese tiempo de permanencia es lo más sabroso, comentarios, descanso, bromas, incidentes, etc.
Consideración final, Jumilla tuvo un doblamiento ancestral de forma arracimada en las laderas del castillo, hay una numerosa serie de calles concéntricas alrededor del mismo, apreciándose de manera evidente su nivel de modernidad a medida que se va descendiendo hacia la parte baja, comenzando por la calle Canalejas y siguiendo por la arteria principal, Cánovas del Castillo, donde se encuentra el ayuntamiento, el teatro y los mejores establecimientos comerciales, para terminar en la Avenida de Levante que une a su amplitud de calzada la condición de vía de circunvalación de la ciudad.
Viaje y día estupendo, soleado y de buena temperatura y a las 18/30h. felizmente en Alguazas.
